miércoles, 20 de abril de 2011

A mi primer amor lo conocí al nacer, Luz era su nombre, su poder enorme siempre me hizo ver la vida, tan lúcida y tan bella ella me enseñó a crecer, jugando a contar estrellas cada anochecer. 
Creí enmudecer cuando Ilusión tocó mi corazón de adolescente, me enamoré perdidamente, era tan bonita, mi flor favorita, mi otra mitad, me dijo que los sueños también se hacen realidad. 
Perdida en la ciudad vi a Indiferencia andando distraída, cada día sin saber que yo existía, su mirada ausente entre la gente no me seducía, demasiado fría algo me decía “Desconfía”. 
Y mientras Melancolía me quería con locura, cada noche aparecía en mi cama medio desnuda y me abrazaba, hurgaba entre mis cicatrices, yo sollozaba, su piel no me otorgaba días felices y la abandoné, olvidé su hechizo en su regazo, porque pronto conocí a Pasión, fue como un flechazo, unidos cada madrugada, mi amada, siempre haciéndome el amor entre hojas de papel mojadas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario